Asier Elorza Ugarte vive con su familia en el departamento de Nariño de Colombia. Vive cerca del conflicto que ha surgido en el suroeste de Colombia. Nativo de Mondragón, ha pasado 12 años en Brasil, Mozambique y Colombia, trabajando con Mundukide para poner en práctica su cooperación.
Hay unos días en los que indígenas y campesinos han salido a las calles a protestar. ¿Cuál es la razón?
El 10 de marzo comenzaron a trabajar en lo que llaman minga (trabajo de barrio) y cerraron una carretera llamada Panamericana al norte del Cauca. Como resultado, los dos departamentos debajo del Cauca han sido aislados de otras partes de Colombia, incluido el departamento de Nariño donde vivimos. Señalan que ninguno de los 1.200 acuerdos firmados con el expresidente Juan Manuel Santos se ha cumplido. Por eso salieron a las calles.
¿Cómo has vivido en Colombia y desde cuándo?
Mi hijo, socio y los tres hemos estado trabajando con Mundukide en Colombia desde septiembre para ayudar a fortalecer una cooperativa llamada Coemprender. Coemprender es una cooperativa de reciclaje de residuos en la capital, Pasto. Esta cooperativa está marginada y estigmatizada. Nuestro trabajo es ayudar a mejorar las condiciones de vida de los participantes trabajando con ellos.
¿Las revueltas afectan tu trabajo diario?
La carretera principal está cerrada porque no llega gasolina ni gas, ni alimentos procesados. El gas es un gran problema porque no se vende en toda la ciudad y las familias han comenzado a hacer trabajos de cocina con leña. Se han formado grandes colas en las gasolineras. La gente espera 12 horas para comprar gasolina y tampoco puede comprar tanto como quiere. También hay menos autobuses en términos de transporte público lo que nos afecta en nuestro trabajo diario… Cuando empezamos, por ejemplo, nos quedamos con algunas personas para algunas reuniones, pero no pudimos reunirnos porque la carretera está cerrada y los precios de los vuelos se han triplicado. Incluso en los supermercados, algunas cosas no maduran y los suministros se están agotando …
En el barrio donde vive, ¿ha notado el conflicto?
El conflicto no se nota, pero la gente está abrumada, principalmente por el problema del gas. Por ejemplo, hace dos días había una cola desde las dos de la noche esperando que la gente comprara bombonas de gas, pero no llegaba hasta el mediodía y no estaba para todos.
¿Cómo responde el gobierno a esto?
El presidente de Colombia, Iván Duque, no está abrumado por esta terrible situación o el conflicto, ya que está sucediendo lejos de la capital y ni siquiera se nota en Bogotá. Tanto el presidente como la mayoría de la gente en general, debido a los intereses de algunos medios, solo conocen la situación en Venezuela.