Mundukide, dondequiera que se encuentre, trabaja con personas que históricamente han estado excluidas para que puedan sacar mejor partido de su trabajo y así mejorar sus ingresos y condiciones de vida, colaborando.
En concreto, el programa de Mozambique busca nuevos mercados, productos y técnicas; pone a disposición de las familias apoyo técnico e inputs; y las pone en contacto con los compradores.
En la actualidad, el 90% del personal del programa es mozambiqueño, y la metodología, totalmente participativa, ya que se ofrecen diferentes opciones en las que las familias eligen qué trabajar, qué técnicas utilizar y cuándo y a quién venderlas.
En la pasada campaña agrícola (2023-2024) han participado 14.500 familias que, tras invertir 150.000 euros de su bolsillo, cultivar 6.000 hectáreas y vender 3.500 toneladas de productos agrícolas, han obtenido un beneficio de dos millones de euros.
Por otro lado, dado que el programa de promoción de todo el sistema de asistencia técnica ha supuesto una inversión de 700.000 euros, se observa que, por cada euro gastado, las familias han ganado tres euros con su trabajo. En estos momentos, las técnicas y los productos promovidos por el programa constituyen el principal ingreso de las personas agricultoras en cuatro distritos, en los que participa más de un tercio de la población.
Además, hay que tener en cuenta el beneficio que obtienen las familias que utilizan por su cuenta las técnicas aprendidas en el programa: cerca de 20.000 familias han sido seguidas por el programa, y el año pasado obtuvieron un total de cinco millones de euros.
Solidaridad y responsabilidad
Decidir, trabajar, invertir, aunar fuerzas, aprender y utilizar nuevas técnicas. Esta es la forma natural de trabajar del programa y demuestra que, cuando la cooperación se pone al servicio del afán de progreso de las personas, incluso en las condiciones más difíciles se pueden conseguir cambios importantes.
Por ello, es necesario seguir colaborando, ya que las cerca de 30.000 familias que hasta ahora han participado en el programa representan solo el 20% de los agricultores de la comarca. La metodología y los sistemas de gestión del programa están cambiando, pero es necesario el apoyo para seguir colaborando con un número aún mayor de familias.
Esta son las vivencias y opiniones que tienen los y las campesinas que en distintas etapas de su vida se encontraron con Mundukide y así cambio su vida.
Selima Lourenço, Productora de sesamo y soja (Provincia de Cabo Delgado)
«Tuve que salir de mi casa, Muidumbe, por los problemas que hay entre los mozambiqueños en Cabo Delgado, era peligroso quedarnos ahí. Cuando llegué a Balama no tenía nada y tuvimos que pedir asilo en un campo de desplazados. Desde que trabajo con Mundukide he conseguido una oportunidad para trabajar y estoy esforzándome y aprendiendo mucho, pronto conseguiré volver a tener mi a y a mi familia en un sitio seguro».
Veronica Miudumbe, Productora de soja (Provincia de Niassa)
«Hace varios años que me uní al programa de Mundukide en Majune. Antes me dedicaba al tabaco pero solo algunos años nos ayudó. Ahora cada año aumento el área que cultivo y este año he conseguido vender mi producción de soja a muy buen precio, con lo que todos mis hijos van a poder seguir en la escuela ya que podré pagar a alguien para que me ayude en el campo.»
Paulo Tomas, Campesino y presidente de La asociación de agricultor@s Estrella (Provincia de Cabo Delgado)
«Son muchos años que colaboramos con Mundukide y los trabajos han ido variando. Al principio, como productores, conseguimos mejorar nuestras técnicas y tener acceso a las semillas de cultivos que conseguimos vender después. Ahora, como asociación, buscamos también personas que en algunas épocas se unen al equipo de Mundukide. Seguiremos unidos al programa ya que siempre nos apoyan de alguna manera u otra y siempre están cerca.»
Antonio Raimo, Sésamo (provincia de Cabo Delgado)
«El año pasado produje soja, pero me dieron precios bajos. Este año también he decidido hacer un poco de soja, pero también he empezado con sésamo. Mundukide me ayudó a conseguir todo lo necesario para hacer la semilla y la producción adecuada, y he conseguido el dinero para vivir mejor. El año que viene intentaré ampliar el campo para conseguir un poco más.»