En estos tristes días en los que vemos una guerra en el corazón de Europa no podemos hacer otra cosa que extender nuestra SOLIDARIDAD a quienes tienen que abandonar sus hogares, sus amigos y sus seres queridos abocados a un destino incierto.
La buena voluntad de millones de cooperativistas de todo el mundo está hoy con quienes tienen que abandonar o defender Ucrania.
La solidaridad es hoy fronteras abiertas, brazos y corazones abiertos y también carteras abiertas. Cualquier ayuda a través de las muchas vías que se han dispuesto en todos los países será poca. Alimentos, ropas y dinero serán necesarios y también la acogida a los millones de refugiados que buscan cobijo. Hoy queremos recordar al pueblo de Ucrania, pero sin olvidarnos de otros muchos pueblos que sufren la desgracia de tantas guerras y conflictos armados en el mundo.
Queremos también acordarnos de los muchos rusos que sufren la falta de libertad y los abusos de un gobierno autoritario. Quienes hemos sufrido la violencia del estado sabemos la vergüenza y la impotencia que provoca tener un gobierno que no representa la voluntad de sus ciudadanos. Para ellos también nuestro recuerdo.
Quien defiende los valores cooperativos no puede justificar jamás el uso de la violencia porque la guerra es lo opuesto a ellos.
Porque la cooperación es democracia y la guerra la aniquila.
Porque la cooperación es libre adhesión y la guerra es invasión.
Porque la cooperación es interés por la comunidad y la guerra es su destrucción.
Hasta que la paz se restablezca hacemos un llamamiento a la solidaridad.
Sí a la cooperación entre personas, entre empresas, entre gobiernos y entre pueblos.
NO A LA GUERRA.